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El cáncer los unió: Eliana y Salvador se juraron amor eterno (VIDEO)

El cáncer los unió: Eliana y Salvador se juraron amor eterno (VIDEO)
05 de febrero de 2014 - 00:00

Pasaron solamente una semana juntos, pero ahora están dispuestos a compartir toda la vida. Salvador Ragusa (Venezuela) y Eliana Salinas (Ecuador) se prometieron amor eterno ayer, en el Registro Civil de Quito.

La pareja se conoció hace un año, durante una semana en el Bionic Fashion Day, organizado por la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, un desfile en el que participaron solo personas con prótesis. Las videoconferencias y correos electrónicos ayudaron a que la distancia entre Salvador y Eliana no sea un impedimento para conocerse y amarse. Pero tampoco lo fue el cáncer.

Ambos jóvenes padecen osteosarcoma (cáncer a los huesos) y sufrieron la amputación de una de sus piernas. Después de meses de tratamientos pudieron recuperar su ritmo de vida y tienen una revisión médica una vez al año.

Después de conocerse, Salvador (20) regresó a su país natal, pero mantenía contacto diario con Eliana (21). El año pasado el joven vino a Ecuador para visitar a su novia en dos ocasiones, en junio y noviembre, cuando finalmente decidieron casarse.

Mire momentos de la boda

Y llegó el día

En la entrada del Registro Civil una corte de honor, integrada por cuatro mujeres de la Iglesia Evangélica de Iñaquito, esperó a la pareja con pañuelos rosados y morados, que flotaron en el aire.

El novio llegó primero y esperó a la novia bajo el sol del mediodía. Junto a él estuvo la madre de Eliana, Noemí Astudillo, quien acomodó a Salvador el azar color durazno.

“Estoy nerviosa y feliz también”, señaló Astudillo, quien contó que confeccionó el vestido color crema, con detalles color durazno, que ayer lució su hija.

Una amiga de la pareja, Diana Armijos, de 27 años, sostuvo los anillos. Ella conoció a los jóvenes a través de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer. “Son dos personas que tienen el mismo diagnóstico (...) se entenderán cuando uno de los dos no se sienta bien”, dijo.

Ragusa admitió estar nervioso. Constantemente frotó su manos con ansias por ver a su futura esposa. “A mí se me hace que la Eli se arrepintió”, dijo sonriendo la amiga de la pareja.

Alrededor de 60 personas se amontonaron junto al novio. En medio de la multitud, un casco blanco y chaleco fosforescente llamó la atención. Se trataba de un trabajador metropolitano, quien había dejado sus obligaciones por estar atento a la llegada de la novia.

“¿Se casa alguien famoso?”, preguntó una señora a los concurrentes en la avenida Amazonas (norte de Quito). Para los chicos de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer lo eran, pues miran a Eliana y Salvador como un símbolo del amor puro.

Ragusa aseguró que el cáncer y la prótesis no han sido un impedimento. “El impedimento se lo pone uno mismo”, recalcó.

Entonces llegó la novia. La gente susurró: “¡Qué lindaaaa!”. Por momento, las miradas se centraron en la pareja.

“¡Los pacientes primero!”, advirtió Gustavo Dávila, representante de la fundación. Entonces, los entusiastas novios se dirigieron a una de las salas del Registro Civil con un grupo grande de familiares. Se entregaron los anillos y los dos dijeron sus votos.

“Cuando el camino se haga difícil seré la mano del que te lleve por el resto de mi vida”, prometió Ragusa.

“Yo uno mi vida a la tuya, como tu esposa fiel, amiga y confidente”, respondió Salinas.

Desde Venezuela, la mamá de Salvador vivió la ceremonia por videoconferencia. “¡Te quiero hijo!”, gritó emocionada. Acto seguido un “¡Qué vivan los novios!” se escuchó al unísono.

A la pareja no le importó que el cuarto esté lleno de familiares, amigos y miembros de la prensa. Ante la mirada perpleja de todos ellos bailaron el vals.

“Creo que por el hecho de haber tenido cáncer tratamos de vivir al día. Porque no sabemos qué pasará mañana, pero queremos estar juntos hoy”, sostuvo Eliana. La joven precisó que tiene familia que le quiere tanto y “ahora un hombre que me ama.”

La pareja no se quedará mucho tiempo en Quito. Vivirán en el cantón Sígsig, en Azuay, a una hora de Cuenca. “Estamos felices estando juntos y vamos a formar nuestra familia ahora”, concluyó Salinas.

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