Washington.-

Una fuente cercana al embajador estadounidense, Chris Stevens, quien murió la pasada semana en un ataque al consulado de Bengasi, en Libia, dijo a la cadena televisiva CNN que en los meses previos a su muerte, el diplomático estaba preocupado por lo que él llamó “amenazas a la seguridad” y mencionó que su nombre estaba en una lista de objetivos de Al Qaeda.

Stevens mencionó específicamente que había un aumento en el extremismo islámico y que la presencia de Al Qaeda aumentaba en Libia, según la fuente.

Matthew Olsen, director del Centro contra el Terrorismo en Estados Unidos, dijo  que era poco probable que Stevens y su equipo de seguridad sean asesinados por manifestantes aislados. “Yo diría que sí, ellos fueron asesinados en un ataque terrorista en nuestra embajada”, dijo Olsen en una reunión con el Departamento de Seguridad.

Mientras que sigue la investigación sobre la muerte de Stevens, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo ayer que “existen evidencias de que lo que pasó en Bengasi fue un ataque terrorista”.

La noche del pasado 11 de septiembre, durante una protesta ante la legación diplomática de Estados Unidos en Bengasi por el video “La Inocencia de los Musulmanes” sobre Mahoma, un grupo de hombres armados asaltó la sede del consulado. En el ataque, cuya autoría no se ha esclarecido, murió el embajador y otros tres funcionarios.