La participación de las mujeres en el próximo período de la Asamblea Nacional aumentó en ocho puntos porcentuales, es decir el Parlamento estará conformado por 53 mujeres y 84 hombres. Fernando Cordero, presidente del Legislativo saliente, señaló que “hemos subido cinco puntos, tendremos el 38,6% de mujeres parlamentarias a partir del 14 de mayo”. 

En el actual Parlamento las féminas representan el 29,8% (37 legisladoras), mientras que los hombres son el 70,16% (87). “Incrementamos la participación de mujeres, que de por sí es alta, la media parlamentaria es del 32%, pero ahora Ecuador tendrá el 38% de participación femenina, una cifra alta, pues solo Cuba nos gana en América Latina, los cubanos en su Parlamento tienen 40 legisladoras”, mencionó Cordero.

Para organizaciones como Colectivo de Mujeres, Mujeres Políticas, entre otras, fue la Constitución de 2008 la que marcó una diferencia en lo que respecta a la participación de ellas en esferas del Gobierno y la política en general.

La Carta Magna, en el artículo 65, estipula que “el Estado promoverá la representación paritaria de las mujeres y hombres en cargos de nominación o designación de una función pública, en sus instancias, de dirección y decisión y en los partidos y movimientos políticos. En las candidaturas a las elecciones pluripersonales se representará su participación alternada o secuencial”.

En la Agenda Política de Mujeres, documento creado por las organizaciones sociales, en el punto de la Autonomía Política de las Mujeres y la Democracia Paritaria, califica la participación de las féminas como un derecho y un deber de representatividad.

Para Margarita Carranco, coordinadora del Colectivo Mujeres, la fórmula electoral no favorece totalmente a la participación femenina, pues cree que el voto en plancha no ayuda a la paridad electoral, pues al momento de la repartición de escaños nunca se genera equidad, puesto que los candidatos primeros de las listas suelen ser hombres. “Al aumentar la presencia de mujeres como derecho fundamental tenemos un avance, pero no solo nos interesa la cantidad, sino también la calidad de asambleístas, pues la presencia de las mujeres no garantiza políticas de género, sociales y un equilibrio del poder”, asegura la ex vicealcaldesa de Quito.

Fue en 1945 que el Poder Legislativo ecuatoriano tuvo su primera integrante mujer. Ella fue Nela Martínez, cuyo discurso ante el Congreso de ese año fue en torno a la representatividad de género y la lucha de las mujeres por tener una presencia en la esfera pública.

Diana Atamaint, legisladora de Pachakutik, comentó que en el Parlamento falta aún trabajar en el pensamiento mismo de las mujeres, sobre todo en temas que reivindiquen derechos de las féminas, mujeres, niños, adolescentes y la familia.